VUELOS MIGRATORIOS.

Koldo Mitxelena Donosita. En el Marco del Festival Plaza.

Instalación escenográfica.

(Música, video danza e instalaciones de objetos y circuitos cerrados de video)

Un gran viento sopla atravesando como las bandadas de pájaros las fronteras que unas poblaciones han establecido sobre otras.

La espera es uno de los sufrimientos mayores del emigrante, espera a salir de su tierra, espera a entrar en esa nueva promesa, espera a ser reconocido como ciudadano, espera…

“Sabes…

Ahora que empiezo a conocerte

he abandonado a los míos.

Ahora soy yo el desconocido,

El diferente,

El extranjero,

El huido,

El emigrante.

Ahora que ya no tengo nada que ofrecerte

solo quiero correr hacia algún lugar.”

Concierto-Performace junto al grupo musical Kuraia. Vuelos Migratorios se concibió como un recorrido de los espectadores por los diferentes espacios del Koldo Mitxelena, Primero se trabajaba la ESPERA, luego EL VIAJE, EL DOLOR, EL RITO Y EL ENCUENTRO CONSIGO MISMO.

Público esperando en la entrada y registrado, al final del evento vuelven a verse a  sí mismos esperando.

Respecto al video el video (Hamacaonline):

Josu Rekalde los polariza para hablar de la migración y como la huida transforma el uno en el otro. Una denuncia de los conflictos humanos de los otros, contrapuesta sutilmente al confort de la cultura del bienestar.

Desde un inicio, con textos suspirados y escritos en blanco sobre negro, tanto en castellano como árabe, de un poema sobre la autoexclusión se plantea la dualidad sociocultural del mundo árabe y occidental. Una excursión se contrapone a unos árabes sentados, la huida en coche bajo la lluvia se enfrenta a un niño que recibe leche por unos soldados, el danzante desfallecido ayudado por un occidental que pasaba por allí, el público esperando la apertura de una sala (de proyecciones, exposiciones o conferencias) frente a refugiados llorando ante una valla, que a su vez son vistos a través de una proyección por otro público. Finalmente los espectadores acceden a la sala.

El punto de vista de “Vuelos migratorios” trata de ser objetivo, con un trasfondo poético. Frases en castellano y en árabe marcando el rito de paso del individuo que decide ausentarse, expatriarse, ser otro perdiendo su identidad y el pasado, pero observado desde distintos puntos de vista, de la contemplación a la vigilancia. Representación textual, visual y sonora de un acto de auto identidad contextualizado con acontecimientos reales como parte del proceso de abandono. A medida que aumenta el conocimiento de sí mismo, el individuo se hace más reflexivo y suspicaz respecto a su propia identidad. Josu Rekalde retoma algunas ideas apuntadas en su vídeo “Anthropozulo” (1994) para tratar el conflicto individual, con efecto social, de la migración, contrastándolo y recontextualizándolos con otras imágenes, performances e instalaciones sobre las problemáticas de la exclusión.

“Vuelos migratorios” se convierte en un texto duro ante esa eterna espera para habitar en el terreno idealizado del otro. Su discurso de representación señala la migración, el nomadismo, como inherente al ser humano, esperanza fundamental de sus dichas en sus crepúsculos.